Por una pensión digna
- Mikelo Heredia
- 17 jun
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Actualizado: 18 jun
Mikelo Heredia
mikeloheredia@mom3ntum.oline

Las Administradoras de Fondos de Pensiones[1] surgieron en un escenario de miedo y de desilusión; puesto que, la mala gestión del gasto público y la pérdida de confianza en las instituciones públicas aceleraron su creación[2]. Empero, en la época de la pandemia COVID-19, el retiro de los fondos de AFP fue un salvavidas para muchos que aportaron, pero afectando su supuesta rentabilidad retiro tras retiro; en este sentido, muchos quedaran sin pensión que se visualiza en el sistema, pero antes que existieran AFP la mayoría de los peruanos siempre han buscado sobrevivir o de vivir gracias a su emprendimiento.
A pesar de esto, lo cierto es que siempre existe una demanda de los aportantes por disponer de sus fondos de pensión, por eso se dieron el séptimo[3] retiro de las AFP para cubrir necesidades básicas, iniciar algún negocio o invertirlo en otros tipos de instrumentos financieros como los fondos mutuos que tienen una mayor rentabilidad. Comportamiento justificado de los aportantes ante la colosal desconfianza al vigente sistema previsional, al ser una “gran estafa” por la poca cobertura, mala seguridad en la jubilación y valores mínimos de pensiones [4], que en un futuro no cubrirían la canasta básica, sin mencionar que hoy en día el 84% de los peruanos considera que no puede cubrir los gastos de esta[5].
Una reforma del sistema previsional es necesario y urgente, pero los cambios a este no es algo loable que el estado promueva, es un lobby que los grupos de interés promueven para mantener el capital que emplean para generar rentabilidad solo para estos.
En este contexto, de acuerdo con el Banco Central de Reserva del Perú, el 53% de las inversiones de las AFP están en Perú (57 000 millones de soles)[6], que incluyen bonos soberanos, acciones, depósitos a plazo y activos de renta fija y a la vez estos financian proyectos públicos y privados.
En este contexto, habría que preguntarse: ¿por qué la Oficina de Normalización Previsional (ONP) no puede hacer lo mismo? ¿Cuál es la rentabilidad de estas inversiones? ¿Los riegos de inversión son aceptables? ¿Y cuánto de esto favorece a los aportantes? La experiencia ha señalado que la falta de un buen gobierno corporativo ha influenciado en la pérdida de la rentabilidad de las AFP, como muestra la crisis del 2008, la cual afectó a todos los mercados de capitales, generando grandes pérdidas en los fondos de pensiones de los afiliados y poniendo en riesgo las pensiones futuras. Aunque las AFP lograron mantener altas rentabilidades patrimoniales y se posicionaron entre las empresas más rentables, esto se debió principalmente a las elevadas comisiones que cobran (hasta 17% de las ganancias). ¿Y dónde quedo la intangibilidad de los aportes? ¿Por qué las descomunales pérdidas se las llevaron los aportantes?
A pesar de que las AFP demuestran que son un fracaso, se sigue apostando por estas a través de la reforma del sistema de pensiones[7], sin considerar criterios para un buen gobierno corporativo, que incluya una participación más activa de los aportantes a fin de proteger los fondos. Y prueba de este interés de que perdure el flujo de capital para seguir invirtiendo sin una adecuada regulación, ahora se obligara a todo peruano mayor a 18 años a supuestamente elegir una administradora de fondos de pensiones, así como a todos los trabajadores independientes y ¿por qué a estos últimos? Porque en el año 2050 habrá más empleados autónomos gracias a las nuevas tecnologías, emprendimiento, y modalidades de teletrabajo, como lo reportará el estudio del CEPLAN[8], un fenómeno que será de escala global como lo señalará Klaus Schwab[9].
Si bien la proyección es que exista mayores trabajadores independientes también es necesario que exista mayor responsabilidad en relación con contar con un adecuado fondo para la jubilación y para esto se debe promover y no obligar a tener una cultura de ahorro y previsión para superar la mediocridad de la pensión mínima y pasar a una pensión digna.
¿Y cómo logramos esto?
Primero, crear una entidad con autonomía y meritocracia como el Banco Central de Reserva del Perú, es decir transformar la ONP en algo que realmente funcione, y que este protegido por la constitución para que los gobernantes no se apropien como caja chica y también pueda participar en el mercado de capitales.
Segundo, puesto que, el país tiene una tasa del 70% de informalidad y rescatando la propuesta de pensión por consumo planteada en la Ley N.º 32123, es lógico que los peruanos tengan una cuenta de aportes que provengan de todo el consumo que se realice en todo el año, el cual puede ser del 1,5 % del total de los gastos realizados. Propuesta factible si se considera la puesta en marcha del proyecto piloto de moneda digital, que entre otros beneficios, traerá inclusión financiera y por ende mayor recaudación tributaria.
Complementariamente, a esto se podría optar por un aporte del máximo del 5% en base de sueldo de manera facultativa, y el resto del 5% que permita su inversión en fondos privados o el monto que estos deseen. Diversificar para asegurar la pensión y evitar la consolidación de los oligopolios en el manejo de los fondos de pensiones, como ocurriera en la primera década del 2000, lo que indefectiblemente pasaran con los nuevos actores que quieran manejar los fondos de pensiones.
Tercero, generar mayor competencia entre las empresas o entidades que quieran administrar los fondos de jubilación a fin de tener una mayor oferta, lo que permitiría trasladar el costo de oportunidad a los aportantes. Esta simple acción contribuiría a que las personas adquieran mayor conciencia y responsabilidad sobre su propio porvenir, y a una dinamización del mercado de fondos pensionales.
Cuarto, implementar políticas de gobierno corporativo que permita una vigilancia exhaustiva por parte de los aportantes en que se invierte el dinero y cuáles son los riesgos que conlleva cada inversión y en los cuales los aportantes tengan una participación.
Quinto, respetar la libertad para elegir del ciudadano, solo este hecho puede generar mayor confianza; puesto que, la mayoría de los peruanos no se fía del sistema financiero, por eso Perú tiene el índice 45.5[10], el cual es considerado medio-bajo en comparación con otros países de Latinoamérica.
Propuestas, que deberían ser consideradas y que permitan dinamismo y agilidad ante los mercados tan cambiantes cuando se trata de inversiones, y que están sujetos a más variables de las que el ciudadano promedio conoce. Del mismo modo, hay que mencionar que todo modelo es perfectible, pero que también todo debe ser supervisado con imparcialidad.
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[1] Decreto Ley N° 25897, promulgado el 6 de diciembre de 1992. Esta norma instituyó el Sistema Privado de Administración de Fondos de Pensiones (SPP).
[2] El gobierno de Alan García (1985-1990) impactó negativamente al régimen público de pensiones (antecesor de la ONP) debido a la hiperinflación y el déficit fiscal, lo que redujo el poder adquisitivo de las pensiones y generó problemas de financiamiento para el Estado. Esta crisis fue uno de los factores que motivó la reforma integral del sistema previsional en la década siguiente.
[3] Ley 32002, promulgada en abril de 2024, que permite a los afiliados del Sistema Privado de Pensiones retirar hasta 4 Unidades Impositivas Tributarias (UIT), equivalentes a S/ 20,600 aproximadamente
[4] La historia negra de las AFP en el Perú. La Noticia. Abril 22, 2021. Joseph Stiglitz, Premio Nobel de Economía, quien ha calificado a las AFP como “una estafa”. Según él, se trata de un sistema que “genera poca cobertura, mala seguridad en la jubilación y valores mínimos de pensiones”.
[5]https://larepublica.pe/economia/2025/05/08/canasta-basica-en-el-peru-en-cuanto-se-incremento-en-el-ultimo-ano-segun-el-inei-pobreza-hnews-87736
[6]https://www.gob.pe/institucion/mef/noticias/1144132-nuevo-retiro-de-afp-afectara-obtencion-de-financiamiento-a-traves-del-mercado-de-capitales
[7] La Ley de Reforma de Pensiones en Perú más reciente es la Ley N° 32123, denominada Ley de Modernización del Sistema Previsional Peruano, publicada el 24 de septiembre de 2024
[8] Trabajo y Promoción de Empleo: Tendencias sectoriales para 2050. CEPLAN. Diciembre de 2023
[9] La Cuarta Revolución Industrial. Klaus Schwab es, publicado en 2016 por la Editorial Debate.
[10]https://grupocredicorp.com/indice-inclusion-financiera/IIF/Ebook-Indice-Inclusion-Financiera-Credicorp-230914.pdf